Palabras finales

El Islam construye los cimientos para las relaciones amistosas entre las personas sobre los principios del interés público y mutuo de todas las partes involucradas. No se puede obligar a nadie a aceptar el Islam. El Islam desea el bien sin importar el color, el credo, la ubicación geográfica ni la nacionalidad de una persona. Sus leyes y principios promueven los valores universales de rectitud, benevolencia y justicia. Los musulmanes tienen la orden de amar por la causa de Dios y de odiar por la causa de Dios, y nunca por otros intereses o deseos mundanales ni caprichos. Uno no ama ni odia a una persona porque sí, sino por el bien o el mal que demuestra su comportamiento. Dios, Todopoderoso, dice: “(¡Oh, Muhammad!) Ante todo, elige perdonar, ordena el bien y apártate de quienes se comportan contigo en forma ignorante”. (7:199)

El Islam trae a la gente de las tinieblas de la ignorancia y la injusticia hacia la verdadera luz de la guía y la justicia. Dios, Sabio y Sublime, dice: “Dios es el Protector de los creyentes, les extrae de las tinieblas hacia la luz. En cambio, los incrédulos tienen como protector a Satanás, quien los conduce de la luz hacia las tinieblas. Esos serán los moradores de Fuego, en el que estarán eternamente”. (2:257)

El Islam educa a los musulmanes para que sean pacíficos y pacientes, que sepan perdonar y se preocupen por los demás. El Islam busca por todos los medios establecer la justicia social y proteger los derechos de todos los ciudadanos del Estado Islámico y los incluye a todos en su sistema de bienestar social El Islam exhorta a los musulmanes a ser buenos con los demás sin esperar un favor sino para obtener la recompensa de Dios, el Más Munificente. El Islam educa a los musulmanes para que respeten y honren las órdenes y leyes divinas para que cada miembro de la sociedad se sienta seguro, a salvo y en paz, excepto por los criminales que merecen ser castigados con justicia por sus transgresiones. El Islam le enseña a los musulmanes a ser desinteresados y a desear para los demás lo que desean para sí mismos, así toda la sociedad se beneficia: los ancianos son amables con los jóvenes, los jóvenes son misericordiosos, respetuosos y ayudan a los ancianos, los ricos son generosos con los pobres, y todos buscan ayudar a los indigentes. El Islam se propone construir una sociedad ideal en la que se pueda cumplir lo que dijo el Profeta Muhammad (P y B): “El ejemplo de los creyentes en su amor y afecto entre sí es como la de los órganos del cuerpo. Si un órgano duele, el resto del cuerpo se afiebra y es afectado también”.

Esperamos que este libro sirva de guía para quienes buscan la verdad, para quienes buscan alcanzar la bendición del Paraíso, para quienes buscan la verdadera salvación del Infierno y su tortura humillante y eterna, y para quienes buscan contarse entre los habitantes del Paraíso.

Sabiendo que el destino final de cada criatura es la muerte, la pregunta crucial es: ¿qué pasa después de la muerte? Los musulmanes, al igual que los creyentes de las Escrituras, creemos en la Resurrección después de la muerte donde encontraremos nuestra recompensa o nuestro castigo en la vida eterna, ya sea en los benditos Jardines del Paraíso o en el Fuego Infernal. En cuanto a quienes aceptan sinceramente el Islam como forma de vida, ciertamente han tomado el camino correcto que conduce a la felicidad y las bendiciones después de la muerte. Aquellos que, en cambio, realizan actos con maldad en este mundo contra los inocentes sin ninguna justificación, serán castigados y penalizados por lo que hayan hecho. Sin embargo, si alguien comete un acto de desobediencia contra las órdenes de Dios, Todopoderoso, está en manos de la Voluntad y la Misericordia de Dios. Si desea torturar a quien hizo un mal con Su justicia, nadie podrá interceder por él salvo que Dios así lo permita. Y si desea perdonarlo, lo hará con Su Inmensa Misericordia y Generosidad.

En cuanto a quienes niegan al Islam y le dan la espalda, y mueren siendo no musulmanes, creemos con certeza que se quedarán en el Fuego del Infierno eternamente. Por eso, exhortamos a todos los seres humanos sensatos y con poder de reflexión a buscar la salvación verdadera de su alma del modo correcto y teniendo en cuenta la Misericordia de Dios, el Más Misericordioso. Incitamos a todos a buscar el camino correcto que conduce al Paraíso; ese es el camino de Dios, el camino del Islam, la total sumisión a Dios. Este es el Camino que nos conduce a la felicidad eterna. A los enemigos del Islam que difunden falsa información, Dios, Todopoderoso, les dice en el Sagrado Corán: “Pretenden extinguir la luz de Dios (el Mensaje) con sus palabras (sin fundamentos), pero Dios hará que Su luz prevalezca aunque esto desagrade a los incrédulos”. (61:8)

El Mensajero de Dios (P y B) dijo: “¡Por Quien tiene el alma de Muhammad en Sus manos! Ningún miembro de esta nación, ni judío ni cristiano que sepa de mí y no crea con qué he sido enviado, quedará fuera del Fuego Infernal”. (Transmitido por Muslim)

Todas las alabanzas son para Dios, Enaltecido sea, y que la paz y las bendiciones de Dios sean sobre Su Mensajero Muhammad, y sobre su familia y sus compañeros, y sobre todos aquellos que siguen su ejemplo hasta el Día de la Resurrección.

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